Paralelamente a la construcción del bastidor del primer vehículo de producción en serie, se están definiendo actualmente todas las superficies visibles del interior del TWIKE 5.

El requisito previo para ello era la ergonomía garantizada del ajuste del asiento, la amplitud de movimiento de las palancas de dirección y la accesibilidad de todas las funciones operativas necesarias durante la conducción.

Sobre todo en la zona del salpicadero, era necesario revestir la estructura portante por debajo y por detrás de las superficies visibles y utilizarla de forma sensata para la conexión del revestimiento y los elementos operativos. Además de las vías de carga de la estructura del bastidor del vehículo, la distribución de aire fresco y caliente a las salidas de aire previstas requería el espacio de instalación más exigente, ya que la sección transversal de este volumen de aire coherente no debía perturbarse lo más posible. El aire, que se limpia en un filtro de carbón activado, fluye hacia el interior de forma centralizada por la línea de la raíz del parabrisas, por dos toberas de aletas regulables situadas en el espacio para los pies y por salidas de aire igualmente regulables situadas a los lados del salpicadero.

Con el ajuste final de los puntales diagonales superiores, hemos alineado la pantalla principal táctil en el centro del piloto. Hemos colocado estructuras tubulares robustas y deliberadamente visibles para fijar tus propios dispositivos de entrada (GPS, smartphone, pad). En el extremo delantero de la consola del techo, que integra el sensor de lluvia y un panel de control para abrir el capó y las ventanillas laterales, hay una conexión de 12 V para conectar una dashcam, por ejemplo.

El reto de todo el diseño residía en la extrema compacidad del espacio, teniendo en cuenta al mismo tiempo todas las curvas envolventes (espacio requerido por los componentes o cuerpos móviles) de la operación (movimientos de pies, piernas y brazos). Cada centímetro cúbico debe utilizarse con sensatez: la eficiencia es la máxima del TWIKE 5, y esto se aplica hasta al más mínimo detalle. Por esta razón, todos los componentes estructurales situados bajo la superficie tuvieron que asegurarse primero. Además de las superficies de cristal y el aluminio anodizado, intencionadamente discreto pero elegante, una fina malla de fibra de carbono y Alcántara sirve de soporte a los mandos y cubre parcialmente las estructuras que hay tras ellos.

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